Habilidades Sociales
Cuando recuerdo mi niñez, la
percibo como algo muy remoto, difuso, a veces de indescifrables laberintos con
fragmentos de memoria. Soy selectivo con mis recuerdos, sin embargo como son
míos, puedo elegir como recordarlos.
Tendría alrededor de 7 años,
travesuriaba como cualquier otro niño, revoloteaba como un niño aparentemente
normal, sin embargo mis más grandes recuerdos es cuando jugaba por muchas horas
con mi bloques de construcción. Creando y recreado armatostes que para mí eran
grandes máquinas sofisticadas, creo que mis padres creían que no era muy
sociable, y francamente hasta ahora yo también creo lo mismo.
Un día mi mamá estaba muy amarga
por alguna travesura que había realizado, no recuerdo que hice, sin embargo si
recuerdo el momento. Ella me detuvo con la mirada, me paralice, y en ese el
momento mis pensamientos se desordenaron, todas mis sensaciones estaban
alborotadas, hasta que mamá realizo la pregunta que me ha acompañado toda mi
vida: “¿Y ahora qué vas hacer?”… pregunta que fue acompañada de una mirada
inquisidora, con sus ojos desorbitados e inyectados de fastidio, francamente
debió ser algo muy molesto para ella, ya que siempre he sido el
niño de sus ojos…. Su frase fue casi una sentencia adelantada, pero en mí
produjo un deseo incontenible de buscar la respuesta a su pregunta. Pensé, me
calmé, ¿o fue al revés?, no sé, pero lo que sí sé es que comencé a ponderar mis
posibilidades, era increíble que pudiera hacer algún tipo de cálculo y que mi
cerebro pueda ordenar mis ideas a pesar de la amenaza latente, pero comencé a
calcular:
1.
Si corro ella seguro que me alcanza, cuando está
furiosa sus piernas cortas se mueven mucho más rápido.
2.
Si me quedo parado, pues simplemente iba tener
que asumir estoicamente mi destino.
No había mucho de donde sacar
alternativas de vida. Todo parecía que pasaba en cámara lenta, mi madre se
acercaba para aplicar la ley, su voz parecía como si fuera una cinta de audio
lenta, su palabras se volvían cada vez más lentas…. “y…. a..ho…ra… que…vas…ha…ceeer”
y yo que me adelanto y llego a su cuerpo primero, abrazándola, casi como
implorando su indulgencia, mis palabras si fueron claras: “perdóname mamita
linda, no lo vuelvo hacer”
La ira de mi madre se desinfló, como
quién revienta un globo, con brazos abiertos, con su cara sorprendida por mi reacción
solo atinó a decir: “hay hijito inteligente me resultaste”, y me abrazó con
cariño de madre amorosa. En ese momento yo no entendí sus palabras ni lo que pasó….
Muchos años después, ya profesional
estudiando el tema de Inteligencia Social, me di con la sorpresa de la
definición del concepto de “habilidades sociales”: “capacidad que permite a las
personas adaptar sus formas de comunicar de manera verbal y no verbal los
mensajes que quieren proyectar para poder influir en su entorno y lograr sus
objetivos. Vaya! Mi madre sí que me conocía….
Lic. Angel Crovetto
Q Linda Historia es momento de tu Vida q marco algo importante q se te quedo grabado Bello recuerdo Gracias por compartirlo
ResponderEliminarErick Romero