Camaleón

Tomaré la frase de una persona que ha sabido recorrer su propio camino  de autodescubrimiento y hasta diría expiación personal, cito: “Soy un camaleón, me adapto a todo”. Desde que escuché esta frase me martilló mi cabeza casi de manera inquisidora, ya que la misma persona dice ser “transparente” en sus actos y modos de pensar. Reviso el significado de “camaleón” y la misma RAE dice: “persona que tiene habilidad para cambiar de actitud y conducta, adoptando en cada caso la más ventajosa”.
Hasta donde la Inteligencia Emocional se puede convertir en manipulación emocional, hasta dónde la versatilidad y capacidad de adaptación emocional, es sinónimo de saber aprovechar las circunstancias y sacar ventaja desde una lógica de gestión de conflictos de “ganar-perder”. Más estudio sus palabras, su tono de voz, sus gestos cuando afirma algo con absoluta seguridad, con aquella seguridad que solo le dan los años de vida y de experiencia, y simplemente me sigo preguntando: ¿Cómo es esa persona?

Lo que he aprendido desde mi experiencia y conocimiento sociológico es que si no se maneja esta capacidad camaleónica de ser, desde un sistema de valores definido ésta gran habilidad para autorregular sus propios estados de ánimo y lograr demostrar con ello su alto nivel de Inteligencia Emocional, se puede convertir en un simple juego donde solo se piensa ganar a costa de los demás: ¿Cómo es esa persona?... pensándolo bien, creo que lo estoy descubriendo. 

Pienso que es una persona de un sistema de valores bien definido, pero en el fondo también ha aprendido a usar ese talento para esconderse del mundo, solo para camuflar sus temores, inseguridades, sensibilidad e idealismo, aunque no quiera reconocer esto último; se esconde en tantos juicios y argumentos con el único propósito que no le sigan haciendo daño, con el único motivo de mantener y cuidar su libertad… ¿Cuántos de nosotros hacemos lo mismo?...  

Por. Angel Crovetto


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