Pensar y Sentir
Pienso en el conjunto de emociones y razonamientos que conforman mi
carácter, la ciencia ya ha demostrado que el cerebro humano tiene el potencial
de cambiar, a través de algo llamado neuroplasticidad, aquella capacidad para
generar nuevas conexiones sinápticas, por otro lado también se ha logrado
descubrir que nuestro denominado consciente tiene una muy pobre capacidad para
procesar información que recibe a través de los sentidos, ello implica que es
el subconsciente el que procesa la mayor cantidad de información. Se afirma que
muchas de las decisiones que hemos tomado aparentemente muy conscientes y
racionales, después de ponderar muchas variables que se supone nos permiten
lograr ser más efectivo en nuestra vida, son en realidad una fantasía, nuestra
mente trata de ordenar a través de una serie de explicaciones que nos permite
convencernos que tenemos el “control” de nuestra vida y nosotros
conscientemente tomamos las mejores decisiones. Creemos tener el control.
Entonces, ¿cómo tomamos decisiones?, pues la ciencia explica que el
cerebro pondera miles de posibilidades en décimas de segundo y ese proceso es
tan rápido que conscientemente no nos damos cuenta, el cerebro: identifica,
compara, analiza, evalúa, crea la mejor opción, pero al final ¿qué lo impulsa a
decidir?, a tirarse a ese mar de miles de opciones, pues también se ha
descubierto que son las emociones las que por así decirlo facilitan todo este
proceso, son como el aceite del motor de una gran maquinaria que al final solo
necesita una chispa para encender, en nuestro caso para tomar una decisión.
Por cierto esto no es un artículo científico, pero todo lo que estoy
afirmando si se basa en ciencia, yo ya hice mi trabajo e investigué, por eso me
atrevo a afirmar, si quieres validar lo que digo pues también haz tu trabajo o
solo creeme y ya.
Volviendo a la explicación, también se ha demostrado que todos los
procesos mentales tienen un registro sináptico, actualmente se encuentra siendo
investigado, así como se ha logrado mapear el genoma humano, también se intenta
mapear todos los procesos sinápticos que producimos en todo momento, pero se
trata de registrar miles de millones de sinapsis, ¿mucho trabajo verdad?. En
todo caso lo que ya se conoce es que en décimas de segundo antes, ya se puede saber
con un alto grado de certeza qué decisiones puede tomar una persona de una
lista controlada de opciones, más aún hasta dónde ha llegado la ciencia que se
ha comparado cerebros de personas que se dedican a la oración y/o meditación
(sea de cualquier creencia) con cerebros de personas que no hacen nada de ello
y se ha demostrado que las personas que hacen mucha más oración y/o meditación,
tienen mayores posibilidades de usar con mayor intensidad las enormes
capacidades del cerebro para crear conexiones sinápticas.
Mi punto es simple… tanto avance y al mismo tiempo siento que hemos
avanzado tan poco como seres humanos. Exploro los laberintos de nuestra
conducta moral, de nuestra formación ética y también de cómo desarrollamos
nuestras competencias personales, desde hace varios años y me doy cuenta que
aún necesitamos algo tan simple: detenernos a ver lo que ya tenemos (bueno por
lo menos para aquellos que ya han cubiertos sus necesidades básicas de
sobrevivencia), de parar un rato y *observar* quienes están ahí para nosotros,
con una simple sonrisa, un saludo sincero, un abrazo intenso, que secan
nuestras lágrimas cuando es necesario, hasta pueden pasar los años y
físicamente pueden estar lejos, pero aun se les siente cerca en el corazón,
saber que yo ahora tengo a una mujer maravillosa a mi lado, reconectarme con
esa sensación de amor, un amor más maduro, más calmado, menos corpóreo, más
espiritual, (obviamente estoy hablando de mi esposa, y eso de espiritual…
bueno, mi esposa sigue estando ufff de sexy jejeje) Bueno sigo, disculpen a
veces me pierdo… la ecuación es sencilla… la respuesta es casi obvia, pero a
veces necesitamos un pequeño jalón de orejas de una buena amiga, para darnos
cuenta de lo obvio… *estamos aquí para ser felices* para vivir felices, simple
verdad… no hay ciencia, no hay que saber de física cuántica o programación
informática avanzada, simplemente hay que saber apreciar la vida que
tienes…Bueno ya me salió algo largo este post… lo dejo aquí.. recuerden que
este blog son para mis “pastruladas mentales” jejeje… Aunque todo lo que he
escrito si es ciencia muy seria. Termino diciendo algo que recuerdo de una
pequeñita de una serie de televisión de los años noventa, Michelle Tanner, ella
decía: “Sé feliz”... ojo lo decía en presente, aquí, ahora, en este momento, sé
feliz.
Por. Angel Crovetto
Por. Angel Crovetto
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